marzo 16, 2009

febrero 7, 2008 - jueves


Tenía días, en los que al despertar he ir a la escuela no tenían mucho sentido. El enredo de las clases, lo monótono, frustraciones innecesarias estaban desde el martes pasado a cada instante que me quedaba sin hacer nada. Venían a mi esas ideas de alejarme de los estudios, no es que no ame lo que hago, al contrario es por eso que necesitaba pensar lo que realmente mi vida necesita, me interesa tanto la historia y su estudio pero... ¿que tanto avance he logrado? o ¿soy buena para esto? ni siquiera puedo escribir un párrafo con claridad, es frustrante.
Definitivamente mis días no estaba muy llenos de luz, pero hoy, hoy después de experimentar la soledad, la crisis de correr para llegar temprano a mi examen, la incertidumbre de ver que no sabia las respuestas correctas, rechazo de compañeros, el ver que siempre estarán las cosa asi, aunque a veces por mi estado de animo no lo viva, no lo disfrute, me encanta esto, ese devenir de sensaciones.

Terminando la jornada escolar, estaba totalmente dispuesta a meterme a un bar, estar sola, gastarme los 25 pesos que tenia en el bolsillo pero recordé, que cerca un señor vendedor de conocimiento se instala y acomoda sus libros de segunda, en espera de que alguien venga y compre.
Fui, habia dos que en particular me llamaron la atención, ¿cuanto quiere por ellos?-pregunté,- 25 pesos cada uno -dijo.
Chin! sólo alcanzo para uno tardé otros 5 minutos en decidirme, al final tome uno sobre arte y lo pagué. ! Llévese los dos ! ¿Cómo se va a quedar con las ganas de leerlo? me dijo ese hombre de edad madura que fácil tenia sus 50 cumplidos.
Le expliqué que no tenia ya dinero, pero él, gustoso dijo que no importaba eso, que notó en mi una cosa extraña, distinta; que confiaba en mi y no sabia porque. ¿Escribes, o te dedicas algo de arte, historia?, que se yo!
Sonreí empezamos a platicar...
Un poco de su historia personal, sobre su pasión por las letras, su deseo de publicar de dar a conocer lo que su corazón latiente le pone en el pensamiento, poemas, canciones una novela, todo eso que descubre de cada dia, de lo que ve pasar de las palmeras que a diario lo acompañan, es como si se diera cuenta de la poética en el ambiente que está ahí para que el lo transcriba con frases.
Cada palabra que sus labios dejaban escapar, me respondían a las preguntas que desde hacia ya una semana me rodeaban la cabeza.
No estudió más que 6to de primaria, de ortografía no conoce, mucho menos de estructuras gramaticales, él no, no necesita eso para expresar su sentir. Sorprendida quedé cuando me mostró un cuento sustancialmente plateaba varias dudas, varias verdades, ¿bueno, malo? Si. No. no se puede decir tan fácil, no puedo juzgar lo que hace.

Ahí compartiendo por un par de horas, pensamientos que nadie podía entender, es más que ahora mismo no podria escribir...
No cabe duda, hay que ver, que acercarnos a lo que hay, en las calles, a las personas. Dejar de lado nuestras cosas, nuestros problemas interminables, y tratar de buscar ése contacto. Él sin darse cuenta, me aportó más de lo que esperaba, ni lo imaginaba.
Estoy donde realmente quiero, y amo cada frase trocha que escribo, cada idea cortada y atropellada…

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