mayo 26, 2009

Los Indios Bárbaros

La importancia del archivo histórico


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Sabemos que la humanidad tiene el sentido al registro, esa necesidad de dejar alguna huella, una forma de control, de manifestación, de expresión, e incluso de una forma artística que, debido a su valor, se considera dentro de las mismas instituciones de la sociedad. La importancia del archivo histórico para el historiador radica en que tenemos a la mano algunos de los registros que una ciudad, un grupo, una familia, etc., consideraron importantes para conservarlos.


Es tarea de los investigadores acudir a estos a registros, utilizarlos, interpretarlos y poder hacer tesis a partir de ellos, representan la fuente primaria si bien sujeta a subjetividades, podemos tener una aproximación verosímil a tal o cual hecho.


La experiencia de estar en un archivo histórico es sin duda un agasajo para cualquiera, ya que puedes encontrar cosas que si quiera te imaginas por ejemplo: carteles de las actividades con las que las personas se di vertían en 1900, cartas, testamentos, fotografías, actas de cabildo, recibos, expedientes completos de algún criminal, registros de alguna iglesia, hasta notas de cocina!! O de la escuela entre muchas otras cosas. Todo ello si lo vemos de una manera un tanto poética, es ver a través de unas ventanas al pasado, al pasado que sigue vivo entre nosotros, que no ha muerto y que nos regala esos destellos para que nosotros utilizando los métodos necesarios para manipular sus contenidos.
El presente ensayo se tatra de un análisis hecho con periódicos que se encuentran en el Archivo Histórico Municipal de Ciudad Juárez y la Universidad Autónoma de México (colecciones especiales). A lo largo del ensayo se irán explicando las posibles formas de utilizar cada documento.


Los indios Bárbaros a través de la prensa


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¿Qué es lo que se toma en cuenta al momento de definir al “otro”? este es un tema que se ha estudiado desde la perspectiva occidental, en donde se conciben conceptos como la “civilización”, la “barbarie”, los “enemigos”, el control sobre aquel que sea “más débil”. En la historicidad de la nación mexicana también están presentes estos conceptos tratados principalmente desde la colonización española, donde se hace énfasis en los discursos que se construían sobre los nativos, y que decir de aquellos que habitaban el Norte de México.


La diferencia es considerada desde los tiempos de la antigüedad, da un límite entre el otro, el salvaje, el extranjero[1]. Si bien ha cambiado su forma de aplicación, como menciona Roger Bartra en su libro “El salvaje en el espejo” que no se puede atribuir completamente el concepto “bárbaro” a Grecia, porque cobra sentidos distintos dentro de su historia; lo que sí no podemos dejar de lado es que se trata de una negación, de un desconocimiento.


Se puede decir que esta acción de describir al “otro” contiene una carga de colonización, ya que parte de un “yo” verdadero y real, lo distinto simplemente no pertenece a “mi” incluso puede representar todo lo que “yo” no soy. “En esto existe una distancia y una lejanía de todo aquello que resulta imaginario y lo que es real pero unos y otros temidos”[2]. Al tratar de explicarse la identidad del “otro” como un enemigo de la civilización reafirma y justifica parte de las acciones que se tomaran en caso de que se sienta afectada la postura del que define.


Todo esto implica un problema de análisis para la Historia Cultural y los imaginarios sociales, la formación de discursos entorno a las identidades. El discurso se constituye por una serie de teorías, y practicas, conceptos, actores y escenarios. La historia cultural se propone su reconstrucción, no es –ni puede ser– la restitución del pasado, del acontecimiento en sí, sino tan sólo una de sus representaciones. Pero es la representación de un orden específico, que no es el de la ficción ni el de la novela. La fabricación de mitos históricos destinados a construir y/o consolidar identidades.[3]

Durante la conquista, el Norte de México era descrito por los colonizadores como un lugar en el que habitaban seres fantásticos, monstruosos (lo diferente a lo europeo), incluso salvajes, imágenes de hombres míticos, ficticios, animalescos. Las ideas medievales así como la religiosidad se enfrentan a la construcción de la imagen de los nativos, caracterizándolos como monstruos pertenecientes a la jerarquía de malignos. ¿En la forma de visualizar al otro, corresponde al la licencia de dominación sobre él? Es decir, su condición de barbarie, paganismo, fealdad, determina las posturas del discurso sobre la evangelización y la estructuración de un nuevo mundo.
Por otro lado, su condición geográfica hacia más difícil el avance español, así como los grupos nómadas y seminomadas que habitaban en la región del Norte (conchos, tobosos, sumas).
Luego de la evangelización y el establecimiento de poblados muchos grupos desaparecieron. Algunos de lo que lograron sobrevivir hasta el siglo XVIII o XIX fueron los comanches, apaches, mezcaleros, raramuris. Principalmente los dos primeros “vivieron durante el periodo un proceso de conflicto con la sociedad mexicana, que a su vez vivía las primeras etapas de su propia construcción. Tal conflicto se expresó ora por la violencia, sobre todo en el caso de los apaches”[4].
Para el análisis de este ensayo, se pretende llegar a conclusiones sobre cómo es que se ven a los apaches, o más general al “Indio Bárbaro” en la prensa. Cómo es que se construye la idea del otro, qué se dice, qué se calla, cómo se actúa.

Construcción del Indio Bárbaro.
Revisión de algunos ejemplares de prensa (1850-1857)

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FOTO:www.sonofthesouth.net/texas/indians.htm

En este apartado se pretende analizar el discurso que se difundía sobre la idea del Indio Bárbaro en los periódicos de “El Centinela” (8 números), “El Correo” (24 números), “El Faro” (16 números), “El Eco” (3 números) y “La coalición” (3 números) ejemplares que fueron consultados en el Archivo Histórico municipal, así como en la Biblioteca Central de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.


¡Ladrones! ¡secuestradores! ¡Asaltantes! ¡Asesinos!:

  1. Escate de José María por 80 pesos, Saturnino N. si saberse quienes eran sus sa+padres; SALeonardo Valdez 72 pesos, María Manuela Mendoza 82 pesos, Antonio Montenegro100 pesos, Bernabé Huerta por 100 pesos, Catarino Chavira por 120 pesos, Antonio Ramirez 88 pesos 4 reales, Espiridion Solís por 75 pesos, Matías Chávez por 115 pesos, Crecencia Rivas por 79 pesos, Dionicio Esparza por 71 pesos, Juan Rueda por 69 pesos, Andrés Cordero por 43 pesos, Jesús Montes por 52 pesos, Urcino Ontiveros por 74 pesos[5].
  2. Se reporta que los apaches robaron 200 reses en el rancho la Cañada. Chihuahua enero 13 de 1851[6]
  3. Indios Bárbaros asaltaron a los habitantes de Ciéneguita, dando muerte a 9 hombres, cautivaron dos mujeres y una niña[7].
  4. Robo de ganado por parte de apaches por el llano de la casa de Janos. Fueron a perseguirlos junto a 15 hombres. Mataron a tres, y recuperaron las 18 reses. (Janos, 27 de agosto de 1854, Baltazar Padilla). Persecución de los bárbaros que estaban en el Valle y el Parral. (Santa Rosalía septiembre 9 de 1854. Fernando Tagle)[8]
  5. El 5 de setiembre los apaches o ladrones, la puerta donde estaba la mulada del Sr. Cura Gallegos. El 8 los apaches se robar a un cautivo de diez años, seis caballos. Les llaman “enemigos” se infiera que algún cautivo les dio aviso a que rumbo se hallaba la sección, se contramarcharon y tomaron rumbo a los Álamos. La forma en que detectaban por cuales lugares iban pasando era por los rastros de humo. Guajoquila, Septiembre 20 de 1854 Fernando Tagle[9]
  6. Se encontraron a un apache que traía borregos, los cuales pertenecían a vecinos de la Villa de Aldama a los que habían dado muerte, afirmándose más en su modo de pensar, cuando hallara unos pantalones calzoncillos ensangrentados que conocieron pertenecían a Sérbulo Bejarano y Pedro Marquez [sic]. 12 hombres salieron en su persecución. Aldama Octubre 17 1854. Juan N. Molinar y Molinar[10].
  7. El 20 de Diciembre 20 comanches asaltaron la hacienda de Valsequillo, mataron 19 reses llevándose alguna carne para el camino. El 1912 bárbaros asaltaron el Rancho la Herrera. Robándose a 18 bestias, hiriendo dos jobenes[sic], y se llevaron a otro de 5 o 6 años de edad. 16 vecinos fueron en su búsqueda pero no los alcanzaron. El 20 una partida de Comanches en la Hacienda de San Cristoval[sic] robaron caballos. EL 30 9 apaches hirieron a un vecino de la Villa del paso del Norte. Se llevaron dos bestias ensilladas que quitaron a un individuo que desnudaron y desarmaron. El 5 indica el Sr. Prefecto del Distrito de Iturbide que arribó a San Andrés la partida de vecinos para perseguir a los bárbaros que hirieron a los dos jóvenes.
    “en la noche del 6 de diciembre aparecieron 4 apaches en el Pueblo de Nombre de de Dios mataron caballo en la puerta de la casa Luciano Mendoza”. El 8 de diciembre atacaron los bárbaros le quitaron lo que traía consigo, ecepto[sic] las armas, el mismo día robaron 29 bueyes de distintos dueños.”[11]

    Con la consulta y el análisis de estos documentos podemos preguntarnos ¿Cuál era el proceso de negociación que tenían los apaches y los vecinos de tal o cual lado? ¿Cómo determinaban los precios por las personas? ¿Lugar de donde provienen?, incluso se puede hacer un texto que mapeo los lugares de dónde provenían ¿Existe alguna relación con los espacios y las cantidades?¿su condición de barbarie es la que los hace atar y robarse gente, o bajo qué posibles provocaciones estaban sujetos?¿redes sociales de mercado, con quienes comerciaban? ¿Por qué las reses, o porque borregos?
    Su condición de barbarie les atribuía toda clase de fechorías, sin una conciencia sobre lo correcto, sobre lo que se debe o no hacer. Casi se trata de animales a los cuales hay que aprender a domesticar (luego de una lucha de casi 100 años). Sin embargo la forma de subsistir para ellos era precisamente robando esas reses para luego comercializarlas, eran vendidas en rancherías cercanas.


    ¡Civilizadlos!:
  8. Cuatro carretas fueron sorprendidas por los indios; por otro lado estaban solicitando paz, pero no les creen que se sometan a obedecer al Gobierno Supremo de la Unión[12].
  9. Los taques de los Indios Barbaros han disminuido, y tiene la esperanza e que desaparezca “la plaga”. Entre los males grvísimos[sic] que hace al país esa infame rebelión que acaudillan los descontentos, no es el menor el haber distraído la atención del poder, de la importante tarea que había aprendido de dar a los departamentos fronterizos la paz y la seguridad que siempre les ha faltado. Hoy estaría ya los salvajes sometidos al Yugo de la civilización, o domeñados por la fuerza de las armas, y aquellos pueblos libres de la espantosa calamidad que tanto los aflige.” “Estender[sic] por el Norte de la República los dominios de la civilización, poniendo a raya los avances de la barbarie.” Se utiliza como justificación que el conflicto con los indios bárbaros puede traer problemas con Estados Unidos. “La guerra de los Bárbaros puede, en suma, dar ocasión a servir de pretesto[sic] algún día, para que nuestro territorio sea invadido por fuerzas aradas del estranjero[sic]” Se pidió permitirán pasar voluntarios tejanos. W.R. Henry Y Work M, D. eran los que se proponían para defender el terriotrio de Chihuahua. México 28 de febrero de 1855, el universal.

    Debido a la historia de la región, Ángel Trias rechazó las propuestas de una “interveción controlada” por temor a que se aprovecharan los norteamericanos y tomaran alguna acción dentro del país. No se podía permitir que un grupo armado estuviera circulando por las fronteras mexicanas, se pondría en peligro a la soberanía nacional, y a los mismos recursos que los habitantes tanto estaban defendiendo. Proposiciones de paz de los indios bárbaros Mezcaleros y Carrizaleños.

    El prefecto del presido del Norte dirigiéndose a la Secretaria de Gobierno y la comandancia general. Reporta que conoció a un indio Mezcalero llamado Cisneros o Pino (tiene en su ranchería 7 capitancillos, 17 gandules, 23 mujeres y 10 muchachos sin contar a los de pecho según él ha manifestado siendo en total 58) quien se presentó en la frontera solicitando paz y ofreciéndose para hacer la guerra a las demás tribus sublevadas. La comandancia planeó dos secciones de tropa para ir a escuchar las propuestas de paz de los bárbaros. Son descritos como seres de mala fe, que viven de de la caza y la guerra. Cuando se llegan a establecer pactos de paz sobreviven con el intercambio de semillas, pieles y frutos silvestres. Pero sus misas condiciones de vida los obligan a volver a cometer males contra la sociedad, (21 de marzo de 1885 Ramon Vicanco)[13]
    Luego de ir a escuchar las proposiciones de paz de los apaches se acordó que iban a cesar los conflictos, y que se sujetarían a las autoridades. Los indios aceptaron siempre y cuando se satisfagan sus necesidades. “las raciones que deben administrarse a 288 cabezas de apaches, consisten en 1 fanegas de maíz, 390 cajillas de cigarros, 116 piloncillos, 3 almudes de sal y 3 y media reses todo semanalmente, y cuyo costo es de 147 pesos tres reales” Hacienda del Carmen 26 de abril de 1855, Antonio Sánchez Vergara.
  10. Se informa que se obtuvo una victoria sobre el enemigo bárbaro, matando a 5 indios, perseguirán a los que huyeron para castigarlos[14],

Para poder utilizar los archivos es preciso que se fijen las preguntas adecuadas, que se traten con mucho cuidado, este es un ensayo que aún le falta mucho, puedo señalar que hay que partir de los documentos para poder reconstruir la historia. Contextualizarlos, saber qué preguntas hacerles. Por ejemplo en los anteriores, ¿Qué costumbres eran las que definían a alguien como civilizado? ¿Seria real esa lucha contra los indios, o más bien se trata de una aversión a lo diferente? ¿Qué tipos de castigos se les daban?

Los mexicanos describían al los indios bárbaros desde la idea de que eran incivilizados, suponían que los indios iban a pedir raciones para subsistir, “en ninguna época han podido sujetarse a vivir de su trabajo, puesto que sus hábitos salvajes, y el largo tiempo que hace se mantienen de la guerra, los aleja absolutamente de todo pensamiento de ocupación” La forma más viable para que se logre que se integren es la educación, civilizarlos modificando sus costumbres bárbaras. “utilidad social” Se decía que los apaches no podían adaptarse a una forma de vida en la que su base fuera el trabajo la utilidad social, es decir, que tomaran alguna actividad como la agricultura, que se estacionaran y se sedentarizaran. La polémica estaba en que muchos “afirmaban que los indios apaches eran incapaces de reducirse a una vida laboriosa y pacífica” y que por tanto debían ser exterminados”. Esta podría tratarse de una justificación para poder actuar sobre ellos, es decir, para tomar armas contra los indios. La historia de los apaches por ejemplo se ha tratado desde la perspectiva de lo que los mexicanos dicen, abría que dar un giro al estudio de la representación ya que seria interesante encontrar alguna archivo, carta, documento, periódico que diera la visión de los indios por ejemplo, sin duda debe existir algún registro de queja ya que muchos de ellos aprendieron a convivir junto a los españoles (con los presidios y las misiones “ahí fue donde los apaches socializaron profunda y cotidianamente no sólo con el personal militar, sino con toda la población civil que ahí habitaba”[15]).

Debemos entender que se trata no solo de una especie de colonización, sino de dos culturas que tienen distintas manifestaciones, por ejemplo en cuanto a las creencias religiosas. Sobra decir que estos grupos no aceptaban la religión católica, ni al sistema de gobierno (a pesar de que aceptaban organizarse de forma similar) lo que los posiciona fuera de. Otra pregunta podría ser ¿acaso no seria un ataque también para estos habitantes del desierto, quienes por muchos años, estuvieron habitando el Norte prehispánico? Por supuesto que si, sus tradiciones tamben se veían afectadas representando un fuerte golpe a su identidad. Los mexicanos tomaron gran parte del territorio que les pertenecía (para su desgracia sin un contrato en mano), sus recursos, y peor aún trataban de “convertirlos” a la “civilización”.



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Fig. 1.1 Ricardo León García. Civilizar o exterminar. P170

Desde 1831 fue declarada abiertamente la guerra contra los bárbaros, los vecinos de la región no estarían dispuestos a soportar que los indios robaran a sus mujeres y niños, ni que se llevaran las reses. En 1850 eran ya 20 años de estar en esta “lucha contra el enemigo” como podemos ver estos son solo una muestra de los periódicos consultados, la cuestión es que la gran mayoría tiene notas que hablan sobre esas persecuciones que emprendían los miso habitantes de las haciendas para ir a perseguir a los ladrones. Debemos recordar lo que estaba sucediendo después de 1846 la guerra con Estados Unidos, había una preocupación por parte del estado mexicano de consolidar a la nación, sin quererlo los grupos de indígenas se encontraban justo en la frontera de México y Estados Unidos, esto los ponía en una doble lucha, por un lado debía preocuparse del expansionismo norteamericano que va exterminando conforme su frontera se mueve; por el otro México y su necesidad de asegurar la frontera, de no permitir que el extranjero invada y dañe la soberanía de los habitantes. El 25 de mayo de 1849, la legislatura local aprobó la compra de prisioneros apaches o de sus cabelleras por medio de contratos y fue conocida como la ley de caballeras, ley quinta o, sin mayores contemplaciones, como las contratas de sangre”[16]
A manera de cierre:
Tan sólo con una de las cajas que consulté en el Archivo Municipal da para un trabajo de tesis, la historia de las representaciones de los indios bárbaros es un tema apasionante, este es un pequeño ensayo en el que se abordan los que considero los aspectos más importantes que se tomaron en cuenta para combatir, domesticar y hasta exterminar a los apaches del norte de México. Su condición “bárbaros” difundida a través de la prensa era retroalimentada con los mitos y ¿porqué no? hasta los rumores que se creaban a partir de una historia de ataque apache.
La Alteridad, ese duelo del civilizado/salvaje que en realidad de descubre uno a otro entre si, representa una constante lucha entre el fuerte contra el débil, y es bien sabido que la historia siempre es contada desde una perspectiva. Hay que abrir los temas como estos a la crítica y a la posible reconstrucción desde las otras versiones, desde otras preguntas de investigación. Se puede llegar a construir un escenario de vida cotidiana, de mentalidades, de religiosidad.
La cuestión de la “nación” tanto estadounidense como mexicana puede incorporarse a este ensayo posteriormente ya que quiero seguir trabajando el tema ya que faltan todas aquellas cartas que se encuentran en las cajas del archivo desde finales de 1700, la cuestión de la representación es un tema que puede ser tratado muy bien gracias a estos registros, sin duda es un trabajo arduo, deber de nosotros como estudiantes comenzar a digitalizar todos aquellos registros, para conservarlos de alguna u otra forma. Utilizarlos, aprender a manejarlos con el método y la pasión tomadas de la mano. Trabajar con el archivo histórico es una gran responsabilidad, porque no se trata de imaginarte lo que pudo haber pasado, sino de reconstruir en base e las fuentes primarias. Sin duda es cuestión de práctica, mucha constancia y sobretodo el beneficio de la duda, el custionarnos y ser creativos en cuanto a las formas de utilizarlos.

[1] Guy Rozat Dupeyron. Indios imaginarios e indios reales p. 17
[2] Ricardo Melgar. Cátedra Katz 2009. Imagen, iconografía política y producción simbólica en América Latina. 18 de mayo de 2009

[3] Roger Chartier. Discusión, "El malestar en la historia", Fractal n° 3, octubre-diciembre, 1996, año 1, volumen I, pp. 153-175.
[4] Her, Marie-Areti. Homenaje a Beatriz Braniff. p.683
[5] El Faro, junio sábado 22 de 1850. Tomo IV. Num 50. Archivo municipal de Ciudad Juárez. Caja 4(2), 5, 6,7 -1851, L 4(2), libro 18.
[6] El Correo de Chihuahua. Enero Sábado 18 de 1851, Tomo 1. Num 15. Archivo municipal de Ciudad Juárez. Caja 4(2), 5, 6,7 -1851, L 4(2), libro 18.
[7] El Correo de Chihuahua, Abril martes 15 de 1851. Tom. 1 Num 40. Ide m.
[8] El Centinela. Periódico del Gobierno del Departamento de Chihuahua. Chihuahua, setiembre [sic] sábado 16 de 1854, Tomo 2, Num 88. Archivo municipal de Ciudad Juárez. Caja 4(2), 5, 6, 7-1851, L 5(1), libro 19.
[9] El Centinela. Periódico del Gobierno del Departamento de Chihuahua. Chihuahua, setiembre [sic] sábado 30 de 1854, tomo 2 Num. 94. Archivo municipal de Ciudad Juárez. Caja 4(2), 5, 6, 7-1851, Ide m.
[10] El Centinela. Periódico del Gobierno del Departamento de Chihuahua. Chihuahua, octubre martes 31 de 1854 tomo 1, Num. 105. Archivo municipal de Ciudad Juárez. Caja 4(2), 5, 6, 7-1851, L 5(1), ídem
[11] El Centinela. Periódico del Gobierno del Departamento de Chihuahua. Tomo 3. Chihuahua, Sabado, enero 6 de 1855 Num. 2. Archivo municipal de Ciudad Juárez. Caja 4(2), 5, 6, 7-1851, L 5(1), ídem

[12] El Faro. marzo Sábado 23 de 1850. Tomo IV. Núm. 24 Archivo municipal de Ciudad Juárez. Caja 4(2), 5, 6,7 -1851, L 4(2), libro 18.
[13] El Centinela. Periódico del Gobierno del Departamento de Chihuahua. Tomo 3. Chihuahua, abril martes 3 de 1855 Num. 27. Archivo municipal de Ciudad Juárez. Caja 4(2), 5, 6, 7-1851, L 5(1), libro 19.
[14] El Eco de la frontera. Marzo jueves 19 de 1857 tomo 2, Num 12, Colecciones especiales, uacj, archivo histórico. Fondo Margarita y Enrique Semo.
[15] Ricardo León García. Civilizar o exterminar. P. 148
[16] C.f. Ricardo León García. Civilizar o exterminar. P174

2 comentarios:

alonso... dijo...

no pues por eso el 10...

...

Unknown dijo...

buen articulo