agosto 19, 2009

El invento de las realidades del tiempoespacio (clase Boris Berenzon)

El invento de las realidades del tiempoespacio: hacia una comprensión de nuestros sistemas históricos

La primera parte del texto menciona que desde la infancia constantemente se nos educa para que asimilemos ciertas “verdades” las cuales nos permiten entender la vida de una forma medible. Cuando habla del tiempo y del espacio, recordaba que en alguna ocasión en una clase sobre imaginarios sociales la maestra nos explicaba cómo los niños alrededor de 3 o 4 años no logran entender su cuerpo en cuanto a proporciones ponía el ejemplo de si el niño toma un objeto con su mano, puede pensar que [este ha desaparecido, que simplemente se esfumó; poco a poco va relacionando los objetos y los espacios, es cuando adquiere cierto conocimiento. Que decir de festejar año con año los cumpleaños, aprender los días de la semana, etc. Se tratan de formas en las cuales podemos percibir al mundo, educados por personas (medios, escuelas) que piensan tener la forma “correcta” de educar. Pero bien señala el texto que existen miles de formas para poder adquirir un conocimiento y cómo interpretar la realidad, o mejor dicho “lo real” del mundo.


La importancia del tiempo\espacio para delimitar y tratar de interpretar aquellos lenguajes, símbolos, tradiciones, mitologías; debemos entender que se tratan de dos conceptos que al parecer siempre están presentes en la vida de cada sociedad, pero se dan como algo ya dicho, como si fuesen estáticos, inamovibles. La propuesta es pues cuestionarlos y tratar de matizar aquellas formas distintas de estas variables en el quehacer histórico.

Los puntos que toca sobre Braudel y su argumentación respecto a que el tiempo es creación social debe tratarse por los historiadores no solo desde una sola forma y explica que él vio al tiempo en términos de longitud:



Corto plazo
L’Histoire evenementielle Historia de los acontecimientos, historia episodica
Mediano plazo
L’Histoire conjoncturelle [coyuntura] cualquiera de ambas fases (fase inicial y la final) de un proceso cíclico. Historia cíclica
Largo plazo
L’Histoire structurelle Historia estructural




Se enfrenta a la epistemología ideográfica y a la nomotética. Lo primero se refiere a aquellas formas de escribir la historia que la piensan solamente desde la manera fechable, lo que ocurre en días específicos dejando de lado los procesos y\o rupturas que cualquier acontecimiento tiene. Se trata de combatir lo estático y lineal (me atrevería a decir que hasta simple) restándole importancia a lo complejo de la historia misma.

El papel del archivo histórico y su tratamiento de sólo descubrir nombres y fechas, es de suma importancia que también a los documentos se les “haga” hablar. Dejar de lado la idea de ser información superficial.

Las realidades históricas vistas ya analizadas desde un tiempo distinto que permita ver que en la duración existen rupturas, que se trata de complejos patrones que sufren transformaciones, que reinventan constantemente entre las tradiciones y las novedades, incluso aquellos sentires de los presentes históricos, sus formas de autodefinirse

Por otro lado me parece muy interesante la propuesta de poner atención en los cortes que se hacen en la historia, al delimitar por ejemplo con años los procesos, ¿será que tenemos que hacer nuevas preguntas para analizar esos periodos? ¿Estamos frente a problemas cada vez más complejos que abarcan múltiples formas de lo “humano” desde emociones, vicios, religiones, ideas políticas? Incluso darnos cuenta que muchas veces se dan por entendidos conceptos al momento de escribir historia sin pensar en nuevas formas de abordarlos. Cuando habla de Oriente-occidente, del norte y del sur, se me venían a la mente muchos ejemplos como lo alto y lo bajo, lo sucio y lo limpio. Es decir las categorizaciones que en este momento tienen un sentido, pero que posiblemente luego cambiaran incluso no siempre han existido. El tiempo y el espacio aparecen nuevamente tanto en la historia como en el ejercicio de escribirla.
Los problemas son muchos debemos tomar una postura sumamente analítica al momento de usar estas categorías, darles nuevas formas de explicación y de estudio. La lectura me parece un llamado de atención para los que pretendemos escribir historia para que estos dos conceptos (que sin duda son las coordenadas de los historiadores) sean repensados, no se trata de un mero problema de uso lingüístico sino de los enfoques teóricos, prácticos al momento de “historiar”.

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