¿Cómo demostrarle a la familia, que luego de vivir un año fuera de la casa, ya no eres la misma persona que se fue temerosa en búsqueda de nuevas cosas?
Los espacios de opinión se reducen, las peleas aumentan, a pesar de amarse unos a otros se hieren.
Es dificil concordar con la manera de educar a los hermanos, o con las formas de cocinar cierto platillo: total de esa forma no se hace.
Los gritos y chantajes parecen tan infantiles, que hasta yo me doy cuenta... pero no, no dejaran de verme como Susana, la dependeiente.
No se dan cuenta que cada día vivido me va dando el nombre completo, me ha constuído y casí formado para poder mandarlos al cuerno.
Hoy, un día de colitis aguda comprendo que siempre tendré una familia llena de defectos y muchas veces en lugar de ayudar hacen que uno se sienta peor.
Ni modo... ésa familia es la que extrañé mucho cada día en el Distrito Federal.